viernes, 26 de marzo de 2010

Arena, amor...


- ¿Sabes? Es genial poder caminar por esta playa.-dijo ella dibujando letras en la arena a cada paso que daba.

No podía dejar de admirar su belleza. El viento conseguía ondear su dulce pelo como las olas, sus rosados labios se secaban con la brisa, pero sus ojos seguían tan vivos como siempre. Estaba loco, loco por ella.


- Lo que de verdad es estupendo es tenerte a mi lado...

Y parándose frente a las palabras escritas en la arena, se acercó a ella. Acarició su pelo, lo apartó para descubrir su pequeña oreja, y con una dulce voz dijo:

- Te quiero.

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